martes, 6 de enero de 2009

Amigos del mundo uniformado,de los valores universales y del pensamiento etnocentrista.


Primeramente, quería referirme a la siguiente afirmación “La cuestión nacional, en las diversas épocas, sirve intereses distintos, adquiere matices varios, en función de la clase que los plantea y del momento en que los plantea” (1). Esta cita viene a decir, que dependiendo de la fase del capitalismo en la que nos encontremos, el nacionalismo está íntimamente ligado a la revolución burguesa, o bien, que las luchas de liberación nacional (independentistas) son obra de las clases trabajadoras y populares de un territorio concreto.

Existen varias definiciones de nación; y me quedaría con dos básicas, una que hace referencia a un conjunto de rasgos comunes a un Estado concreto, que permiten legitimarlo como tal (también podría entenderse en este sentido a un territorio en el que un estado ejerce su gobierno y administración), y una definición más romántica readaptada de una definición realizada por el socialista austriaco Otto Bauer (La cuestión de las nacionalidades y la socialdemocracia, 1907) por Villar (2) “ La nación es una comunidad estable, históricamente constituida, de lengua, de territorio, de vida económica y de formación psíquica, que se traduce en una comunidad de cultura”.

La segunda acepción es la que me he referido con un mínimo de corrección y es la que utilizo de base para el análisis posterior. Creo necesario asimismo, referirme al concepto de patriotismo, que podría considerarse como una ideología que genera un estado para dar una consistencia legítima a los territorios que reúne bajo sus fronteras, la cual se utiliza también para borrar las diferencias sociales internas en base a un denominador cultural común que se suele ensalzar respecto al resto de Estados (3).

Después de hacer estas precisiones metodológicas, me resulta necesario hacer ver, que aunque haya mucha gente que no se haya dado cuenta, ya no vivimos en el siglo XIX, época en la que los movimientos nacionales no eran más que la cara cultural de la consolidación de los Estados capitalistas. Es decir, el capitalismo se configuraba en estados gracias al desarrollo de un conjunto de rasgos presuntamente comunes a la población que se iba a recluir bajo sus fronteras.

Probablemente si todas las revoluciones burguesas se hubieran producido de forma similar a Francia, en esta península hubieran desaparecido todas las lenguas a excepción del castellano. Sin embargo, aquí no hubo revolución burguesa, y por una serie de motivos, y gracias a la lucha de los diferentes pueblos estas lenguas han sobrevivido. Gracias a la lucha de muchos pueblos del mundo (en el que las clases trabajadoras- campesinas) defendiendo su modo de vida, respecto al pujante modo de producción y cultura capita! lista, este mundo no es una tabla rasa de cultura, como pretenden los capitalistas, y también como pretenden muchxs libertarixs. Estos libertarixs supongo que pretenderán aprovechar la tabla rasa de cultura que heredan del viejo mundo capitalista, iluminar a lxs pobres desdichados del mundo, para que transformen su coca cola, por la Durruti Cola, para que con un poquito de esfuerzo, ya que olvidaron sus lenguas maternas y aprendieron inglés, que lo olviden y aprendan esperanto. Pobres desdichados del mundo, quitaros el taparrabos, y compraros un pantalón de pana fabricada en la comuna libertaria de Villanueva de los Perales…

Pido disculpas por utilizar tantas hipérboles para intentar hacer ver, que lo que pretenden algunxs como es la configuración de unos valores universales, una cultura universal, un único modo de producción, una única lengua como vehículo comunicativo… es un etnocentrismo prepotente, paternalista y reaccionario; y con el que no me puedo sentir más que en desacuerdo según mi forma libertaria de ver el mundo.

En este mundo de capitalismo espectacular, donde los pueblos del mundo pierden sus señas de identidad y se va exfumando toda la riqueza heredera de hechos de larga duración y de momentos históricos determinados; muchos individuos se han dado cuenta, que solos no son nada contra los estados, y que aparte de defender la igualdad y la libertad de su porvenir, deben defender junto a la gente de su tierra, el modo de producción y reproducción que estimen oportuno. Esos individuos pueden estimar, que muchos rasgos del pasado son anacrónicos y no les sirven para mejorar sus vidas, pero sin embargo, hay otros muchos, que son herencia de largos procesos de ensayo- error, formas de vida que consideran propias, y no están dispuesto a transformarlas por otras que les sean dictadas de forma paternalista (me es igual que sea un burgués, o un hijo de burgués con pensamiento socialista o libertario). El esperanto, el inglés, son lenguas ajenas a mí, y a la gente de mi tierra; lo mismo que e! l castellano es ajeno a una gran mayoría de gallegos, vascos, o peruanos, y por ello, lxs comunerxs de Castilla del siglo XXI les apoyaremos en la medida de nuestras posibilidades, y no se nos ocurrirá decirles que es mejor que utilicen nuestra lengua porque así tendrán más facilidades de comunicación. Es su decisión no la nuestra, como es nuestra mantener viva nuestra lengua materna, siendo perfectamente compatible con el aprendizaje de otras lenguas para la comunicación con otros pueblos del mundo.

Por último, quería comentar que defendiendo mi tierra, puedo defender las demás como acto de solidaridad, que no soy patriota, porque no ensalzo a mi tierra por encima de las demás, que soy independentista, y defiendo una Castilla comunera y libertaria, sin dios, ni estados ni patrón. Ah, y por supuesto, soy amigo de LOS PUEBLOS.

La Haine

Notas:
(1)Cita recogida por Pierre Villar en “Pueblos, naciones, estados”, pág. 128. Editorial Hiru, 2002.

(2)Ibídem, pág. 127

(3)VVAA, “Anarquisme i alliberament nacional”, pp. 32 y 33, Catarko, Ciutat Invisible, Negres Tempestes i Virus Editorial, juny 2007


domingo, 4 de enero de 2009

"Un juego rústico castellano"

No podemos olvidar el papel que lo lúdico ha jugado en la vida del campo divirtiendo a chicos y grandes los ratos de asueto que, pocos o muchos, dejaban los quehaceres rutinarios.

Este pequeño juego o mejor "acertijo" como lo calificaba su informante, al que hoy hacemos mención, no es sino uno de los entretenimientos que él, un pastor, aprendió de otro hombre de campo que entre otras habilidades tenía la de cestero.

Mi informante es pastor, pastor de ovejas y de alguna que otra cabra triscadora de peñas. En una de mis frecuentes visitas a Guadalix (población distante unos 50 Kms. del Madrid capital donde están redactadas estas líneas) motivadas a veces por asuntos familiares y siempre por el folklórico del que es difícil desprenderse desde que se toma contacto con el tema, fue en una de estas visitas cuando fui abordado por mi informante.

-Vamos a ver si tú sabes, tú que tienes estudios, acertar una adivinanza que te voy a proponer.-

Vamos a ver qué es ello. (Estamos a las afueras del pueblo yo voy hacia él, nuestro informante sale.)

-Vamos tras las ovejas y por ahí sentaos te lo explicaré.
Caminamos unas docenas de metros hasta que unas piedras nos procuraron asiento.

-Vamos a ver si te interesa esto a ti que andas siempre tras estas cosas.

Saca una navaja, se levanta y aprisiona en su mano encallecida un manojo de juncos que siega casi de raíz, cerrando sigilosamente la navaja y con los juncos bajo el brazo se sienta a mi lado.

-El caso es que no debes verme porque sabrás si no el secreto, así es que date una vuelta por ahí que luego si te interesa ya te diré yo cómo va este asunto.

Camino a su alrededor mirando de reojo intermitentemente, le veo trajinar con los juncos, mover con habilidad su navaja y observarme a mi con igual disimulo. Al fin me avisa que el asunto está acabado, ya puedo acercarme.

Al llegar me presenta un enredijo de juncos enlazados y forma semejante a un nudo marinero difícil de desenredar.

-Anda, sepáralo sin romper nada -me dice.
Tomo aquello con mis manos y comienzo a darle vueltas entre los dedos como el que tiene en su poder un enigma digno de la Esfinge.

-Pues no sé -le digo.

Me sonríe como si estuviera en posesión de la verdad clave de un gran conflicto.

-Trae acá, que ya sé yo que más de uno lo dejó por imposible.

Deshizo aquello con sus dedos y me miró con la cara de satisfacción de la obra bien hecha.-Ahora te diré cómo debes hacerlo para lucirte con las amistades.


La pieza 1 se ha ahuecado con la punta de la navaja y debe estar hecha con la base de un junco grueso para que por su interior pasen los extremos de la pieza 3. La pieza 3 se pasa por entre las varillas de la pieza 2, luego se flexiona por su centro y se pasan sus extremos (primero uno y luego otro -y aquí está el secreto-) por el tubo que forma la pieza 1 y que impide, al modo de un pasador, que la pieza 3 vuelva a su posición inicial deshaciendo el conjunto.Lugar de la

recopilación: Guadalix de la Sierra (Madrid)
Informante: Vicenta García García, 56 añosFecha de recopilación: Verano 1981
REVISTA DE FOLKLORE
Nota:El título de "un juego rústico castellano" es el original de la revista,que curiosamente fué recopilado en la sierra de Madrid