martes, 8 de mayo de 2007

Comunismo consejista



El comunismo consejista, consejismo o comunismo de consejos es un concepto surgido en el ámbito de la izquierda comunista germano-holandesa. Surge en Europa occidental de la crítica de los modelos tradicionales de partidos y políticas comunistas. Los primeros teóricos que lo formularon (entre los que se destaca Anton Pannekoek y Otto Rühle) lo hicieron después de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, y tuvo como desencadenante la disidencia provocada por la deriva autoritaria de la URSS y la deriva reformista de la Tercera Internacional, la que culminaría en el periodo estalinista. Un teórico más joven pero no menos importante fue Paul Mattick.
El consejismo opone al comunismo de partido el comunismo de los
consejos obreros, es decir la forma de autoorganización obrera (los soviets) de los primeros momentos de la Revolución Rusa y de la Revolución Alemana, que en su opinión eran la forma natural y plenamente democrática de organización de la clase obrera consciente de su papel histórico. En éstos consejos los trabajadores elegían a sus propios representantes de entre sus filas como delegados revocables en cualquier momento.
Los teóricos consejistas encontraron también un precedente en los textos y la práctica política de
Rosa Luxemburgo, cuya defensa de la "acción espontánea" de los trabajadores se oponía al dirigismo de los partidos leninistas. Pero los comunistas consejistas llevaron más allá la crítica al dirigismo. Para los consejistas, el papel de los comunistas era poner su actividad de debate, clarificación y propaganda al servicio de la actividad cotidiana de la clase obrera organizada en los consejos de fábrica, barrio o universidad, lugares en donde debía residir la capacidad de decidir las acciones y de llevarlas a cabo.
Las posiciones antiautoritarias consejistas están próximas al concepto
anarquista de democracia directa y su visión asamblearia de la gestión de los medios de producción los aproxima claramente a las tesis autogestionarias de los movimientos libertarios. Sin embargo han llegado a esas posiciones desde una evolución marxista independiente y a través de una ruptura política con la socialdemocracia primero y con el bolchevismo después. El consejismo reivindica un marxismo que se aparta críticamente de las corrientes socialdemócratas y leninistas.
Según el consejismo, los
partidos políticos y los sindicatos son estructuras contrarias a la autoemancipación de la clase obrera ya que fueron creadas para integrar a la clase obrera dentro del capitalismo y no para destruirlo revolucionariamente. De esta manera el comunismo de consejos se diferencia tanto del "comunismo de partido" como del sindicalismo revolucionario o anarcosindicalismo. El comunismo de consejos aboga por la "organización unitaria" que unifique la lucha revolucionaria y la lucha por reformas y que se base en la autonomía proletaria y la democracia directa.
Se reclamarían del consejismo muchas de las organizaciones y grupos de intelectuales que contribuyeron a desencadenar las
revueltas de la década de 1960, entre ellos Socialismo o barbarie o la Internacional Situacionista